Por Lilian Ramos
CES, CAS
Especialista certificada en Fideicomisos
“Los hombres han olvidado esta verdad”, dijo el Zorro.
El Principito, Antoine de Saint Exupery
“Pero tú no debes olvidarla: Eres responsable para siempre
de lo que has domesticado.”
Una de las frustraciones de nosotros como padres de familia es ver que nuestros hijos no cuidan lo que tienen y no aprecian el valor y esfuerzo que representan las cosas. Los padres invertimos una importante cantidad de tiempo y esfuerzo para proveer lo básico y esencial para nuestros hijos, así como sus objetos y pertenencias personales y es natural para ellos ser indiferentes al valor que tiene todo esto cuando se expresa en dinero. Si bien un niño de cinco años puede tener sentido de pertenencia de las cosas que posee, el concepto del tiempo y el dinero que nos ha costado obtenerlo para ellos puede resultarle confuso. Es una idea que apenas está aprendiendo a conocer al igual que los conocimientos, habilidades y valores que se le transmiten.
A medida que nuestros hijos crecen, esta indiferencia y confusión pueden seguir manifestándose: vemos que descuidan o rompen sus cosas, los juguetes están regados, rotos u olvidados por doquier, se les cae el teléfono, rompen las tabletas, avientan la mochila, raspan los zapatos y así podrían mencionarse un sin número de incidentes similares, sobre todo, cuando ya tiene una edad para ser responsables del cuidado de sus pertenencias. Nuestra primera reacción ante esta situación en muchas ocasiones es regañarlos, reprochar su descuido y decirles el esfuerzo que tenemos que hacer nosotros los padres para poder comprarles esos objetos. Es aquí donde debemos hacer una pausa y manejar el modo de transmitir el mensaje sin que suene a un reproche o lo hagamos sentir culpables, la intención es lograr concientizarlos de que son sus pertenencias y son responsables por ellas. Al cuidarlas lo hacen para ellos mismos, si limpian su cuarto, es para ellos mismos, para vivir en un ambiente limpio y ordenado, si rompe su teléfono no tendrá otro en mucho tiempo a menos que él lo compre. Que esta opción de que ellos ayuden a comprar las cosas con sus ahorros podría crear más conciencia de las cosas y darle el cuidado adecuado.
Crear el sentido de responsabilidad sobre sus pertenencias desde pequeños es muy importante porque crea un hábito y trae disciplina a sus vidas, corregir este tipo de comportamiento cuando son adolescentes será una tarea muy difícil, todo un reto y muy malos ratos.
Enseñemos a los niños a mantener en orden sus juguetes. Si van a jugar a los legos, por ejemplo, al final ellos son los responsables de guardar cada pieza, no lo hagas por ellos, deja que aprenda a cuidar sus cosas y ser ordenados.
No compre todo lo que ellos le pidan, aunque económicamente pueda hacerlo. Sería mejor convertir ese deseo en una meta a corto plazo, donde el niño trabaje con tareas en el hogar, cumpliendo responsablemente en su escuela y haciendo un ahorro para conseguir el dinero que cuesta ese artículo. También es buena estrategia dejar de comprar lo que desean para fortalecer el plan de ahorro además de hacer un buen análisis de compra, como si en verdad lo necesita o sólo le gustó de momento, suele pasar que algunos juguetes sólo les divierte por unos días y después quedan olvidados como muchos otros.
¿Le suena estricto todo esto?
No se preocupe, recuerde que cuando un niño obtiene todo lo que quiere sin un mínimo de esfuerzo, se le está perjudicando para su vida adulta. Sin embargo, soy de la idea de que un niño debe siempre salirse con la suya y obtener lo que quiere, pero dejemos que le cueste hacerlo, la paciencia, dedicación y esfuerzo darán los resultados que usted espera.
2 Comments
Héctor González Olvera
12 agosto, , 11:21 pm¡Excelente!
Es una buena reflexión para construir y fortalecer la cultura del esfuerzo en el contexto familiar.
Lilian Ramos
14 agosto, , 11:42 amEducar a nuestros hijos a temprana edad es muy importante. Generaciones y naciones con finanzas sanas es posible, con la información correcta. Gracias por tu comentario