Por Manuel Ramos
MSFS, CHFC®, AEP®, LUTCF, CFS, CES, CIS
Sin duda, la actual administración Biden, así como empresas y familias estadounidenses están realmente preocupados por la espiral inflacionaria desatada desde mediados de 2020. La preocupación es aún mayor cuando los precios aumentan y los ingresos per cápita o familiares no suben al mismo ritmo. ¿Cuál es el comportamiento de los agentes económicos, gobiernos, empresas, individuos, familias, etc.? En lugar de continuar con sus actuales hábitos de consumo, reconsideran sus presupuestos y prioridades ante una escalada de precios.
Si bien es cierto, que la inflación aumenta el valor de activos de inversión, también, es nociva para los ahorros de largo plazo. Con el objetivo de estimular el consumo, el crecimiento económico y el pleno empleo en el país, desde hace más de una década la FED ha manipulado las tasas de interés a la baja.
¿Qué significan las tasas de interés artificialmente bajas en tiempos de inflación?
En primera instancia, los ahorristas ven aniquilado el poder adquisitivo de sus dólares, peor aún, terminan con rendimientos negativos una vez que se descuenta la tasa inflacionaria al mínimo interés bancario. En pocas palabras, el ahorrador termina pagando por tener su dinero en el banco. Definitivamente, esta forma de ahorrar…se convierte en un mal negocio para los ahorristas.
Supongamos que un ahorrador tiene el siguiente escenario:
Cantidad en CD: $100,000
Tasa de interés: 1%
Tiempo: 12 meses
Valor Acumulado: $101,004.59
Tasa inflacionaria: 4%
Valor ajustado por inflación: $96,964.41
Pérdida adquisitiva: ($4,040.18)
Hoy, por hoy, las cuentas de ahorro se han convertido en… “cuentas de pérdidas”. Para que el dinero conserve su poder adquisitivo, debería generar una tasa de capitalización por encima de la tasa inflacionaria.
¿Cuál es el horizonte para acumular valores?
Otra realidad es, que toda inversión implica un riesgo. Las personas desarrollan ciertos sesgos al momento de invertir, juzgan mal su tolerancia al riesgo y toman decisiones financieras basadas en sus emociones más que en el entendido de cómo afecta la inflación. Por ejemplo, en tiempos de alta volatilidad, muchos inversores compran caro y venden baratas sus posiciones para colocar el dinero en lugares de refugio como bonos, el mercado de dinero y el efectivo. El efectivo, así como los bonos son clases de activos muy expuestos a la inflación, ya que los activos de bajo rendimiento son los que consume la inflación.
La idea es, invertir en activos productivos que tengan posibilidad de ajustarse a los cambios provocados por la inflación. Sin embargo, si tiene prisa en el uso del capital en el corto plazo, como comprar una casa en corto tiempo, jubilarse en dos o tres años, pagar una deuda corriente, financiar la educación de los hijos, etc., su horizonte de inversión debería ser de corto plazo. En estos escenarios vale la pena invertir en bonos o colocar capital en el mercado de dinero o Money Market.
De hecho, no vale la pena tomar el riesgo de mercado en el corto, ya que un ajuste temporal de precios a la baja, puede resultar en pérdidas superiores a la tasa inflacionaria.
Se asume que entre más largo sea el horizonte de tiempo un inversor estaría dispuesto a tomar mayor riesgo. Para reducir la volatilidad e incertidumbres del mercado, los inversores centran sus activos en una cartera diversificada y ajustada a su tolerancia de riesgo. La idea es optimizar la rentabilidad con el menor riesgo posible, independientemente de que haya inflación o no.
Recomendaciones:
Una alternativa para invertir en tiempos inflacionarios es comprar bienes reales como los inmuebles. Muy pocas personas pueden comprar una propiedad de alquiler, pero sí pueden invertir en REIT´s (Fideicomisos de inversión en el sector inmobiliario) que cotizan en bolsa. Si el sector se ve favorecido por la inflación, también se reflejará en el precio de los REIT´s.
Otro sector son las materias primas. Los precios del arroz, maíz, petróleo, metales preciosos, recursos naturales y otros derivados, se les considera como inversiones de cobertura contra la inflación. Para lograr mayor efectividad en proteger sus activos contra la inflación, recomendamos fondos índices de acciones como el S&P500, bonos protegidos contra la inflación o TIPS, utilidades, cuidado médico, estos son sectores que además de actuar de forma defensiva a los vaivenes del mercado, también generan excelentes flujos de efectivo.
¡Los asesores financieros recomiendan…la diversificación, diversificación…! Es decir, no ponga todos los huevos en una sola canasta y no permita que la inflación… se convierta en la amenaza de sus ahorros.