Por Manuel Ramos
MSFS, AEP, CHFC, LUTCF, CFS, CES, CIS
Economista, Analista y Gestor de Inversiones
En un contexto económico y social muy particular, el presidente Joe Biden anunció un importante aumento del salario mínimo: de 7.25 dólares la hora de trabajo a 15; es decir, más del doble.
Esta medida, que fue promesa de campaña por parte de Biden, posee grandes beneficios, aunque también complicaciones según la situación de cada trabajador y empleado.
Para los primeros significa percibir un salario muy superior que permite ahorrar o invertir más en nuevos activos, aumentar el consumo de determinados productos, viajar más y tener un auto más lujoso, entre otros.
Por su parte, los segundos, dueños de comercio, empresas, Pymes y hasta emprendedores, evidenciarán pérdidas que hasta podrían dificultarlos notablemente para cumplir con las condiciones salariales. También contratar nuevos colaboradores, aumentar la producción, abonar impuestos o contar con otras filiales.
¿Cómo impactan estas ventajas y desventajas en la sociedad?
Este gran aumento del salario mínimo beneficia a casi 30 millones de personas que viven en el país. Sin embargo, sólo 1.3 millón dejarían de estar bajo la línea pobreza.
Cabe destacar que el salario de 7.25 dólares la hora resulta insuficiente para cubrir la totalidad de las necesidades básicas y, mucho más, para contar con lujos y abonar deudas.
Así, el objetivo de Biden es reducir la desigualdad social que existe actualmente en Estados Unidos y que se ha incrementado en el último año como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia.
De todos modos, las grandes empresas serán las más afectadas con esta medida ya que son las que mayor cantidad de empleados poseen en diferentes rubros.
Más allá de las consecuencias positivas o negativas, el aumento del salario mínimo en Estados Unidos implicará un antes y un después a nivel tanto económico como social.