Por Guillermo Descalzi
Escritor, Antropólogo y Escritor
¿Que será eso que les pasa a los legisladores republicanos? ¿Estarán convencidos de la santidad de Trump que hay que ir a prenderle velitas?
Trump sabía que su intención de voltear la elección de quedarse en el poder era ilegal, se lo habían dicho repetidamente y sin embargo llegó a extremos para lograrlo. Recuerden la invasión al Capitolio y la presión a su propio vicepresidente para que lo haga ganador de la elección que perdió. Sus intentos no sólo fueron ilegales, también fueron criminales: hubo muertos.
Esto no ha terminado. La democracia americana bien puede morir en la elección del 2024 porque, a pesar de la evidencia, a pesar de lo que hemos visto, a pesar de las audiencias en el comité del 6 de enero, a pesar de que haya sido desgarrador, esto no ha llegado a quedarse en la conciencia del país. Las audiencias públicas han provocado un gran bostezo en el público en general.
Lo que se ha presentado ha quedado en nuestra burbuja mediática. Se trata del poder y de una podredumbre fundamental en el partido republicano. Kevin McCarthy es emblemático en esto. Está tan cerca del poder que ni siquiera reconoce las cosas que él mismo dijo tras la invasión al Congreso. Lo mismo ocurre con la gran mayoría en el país.
¿Creen que quedará así, que el resto del país quedará como al despertar de un sueño que se olvidó?
“Nuestra democracia sigue en peligro”, dijo, el presidente de la comisión que investiga los hechos. “Enero 6 y las mentiras que llevaron a la insurrección han puesto en riesgo dos siglos y medio de democracia constitucional.”
Trump está en el centro de la invasión al capitolio, no hay otra conclusión a la que se pueda llegar…eso es lo que se concluye de estas audiencias y tuvo un plan muy sofisticado, y grosero a la vez, de siete puntos para quedarse en la presidencia:
- Difundir información falsa y fraudulenta al público estadounidense alegando que le robaron las elecciones de 2020…y hay gente, muchísima gente, que quiere creer su mentira.
- Reemplazar al Fiscal General, el “General Attorney” para que el nuevo respalde sus afirmaciones.
- Presionar al vicepresidente Pence para que impida la certificación del voto.
- Presionar a los funcionarios electorales y los legisladores estatales para que cambien el voto en sus estados.
- Crear listas electorales falsas y llevarlas al Congreso y los Archivos Nacionales.
- Convocar y reunir una turba en Washington para que “infunda miedo”.
- No actuar para detener la turba ni instruir a sus partidarios para que abandonaran el Capitolio.
Trump apoyó a quienes cantaban: “que ahorquen a Mike Pence”. A su propio vicepresidente. ‘NO ME PARECE UNA MALA IDEA”, dijo. Trump, en última instancia, incitó a la multitud a marchar al Capitolio y subvertir la democracia estadounidense.
¿Qué le pasa al país que sigue dormido ante esto?
Trump y sus asesores sabían que habían perdido la elección. Incluso su hija, Ivanka, y su yerno, dejaron pocas dudas de la verdad de esto
¿Por qué entonces el gran bostezo nacional? ¿Por qué, a pesar de que está bien claro que fue él quien encendió la mecha del motín con su gran “Yo Soy”?