Por Guillermo Descalzi
Escritor, Periodista, Antropólogo
En los lugares donde los políticos de distintos bandos se ven como enemigos entre sí, la democracia resulta siendo un daño colateral en su lucha. En Estados Unidos, el país considerado bastión de la democracia mundial, el apoyo a la democracia en la que el pueblo elige sin interferencia partidaria, está en su nivel más bajo desde la guerra civil.
Trump y Biden, están frente a frente, con la democracia en el medio en la línea de fuego entre los dos, en una apoteosis americana a la que nos aproximamos lenta pero inexorablemente, una apoteosis en la que la personalidad y la ideología importan más que la democracia.
Los ciudadanos jugamos un papel fundamental en la democracia. Nos negamos -o debiéramos negarnos- a reelegir, al menos en teoría, a los políticos que abusan de su poder, rompen las reglas y rechazan el resultado de las elecciones que pierden. Entonces, ¿cómo es que Donald Trump, que ha desafiado estas suposiciones y tiene una posibilidad razonable de ganar un segundo mandato en el 2024?
A usted, ¿Qué la importa más? ¿ La ideología y persona su candidato, o la salud de la democracia?
Es el momento de una decisión a la que estamos llegando, el momento de la apoteosis a la que estamos llegando en el país.
Trump y Biden: ambos pecan, uno porque le sobra personalidad y le falta una ideología coherente, el otro porque le falta atractivo personal y le sobra ideología.
El vehículo de la democracia americana parece haberse convertido en un uno de esos carritos de supermercado en los que hay que hacer fuerza para que las ruedas vayan por donde uno quiere.
Dicen que la verdad está en el ojo de quien la ve… La guerra en Ucrania: Putin es un genio para uno y un carnicero para el otro. ¿Qué es para usted, genio o carnicero, y le importará a usted al momento de votar? Lo pregunto porque la disputa entre Estados Unidos y Rusia estará en juego en el momento en que usted vote. Uno nos quiere retirar de la OTAN, el otro la quiere fortalecer.
Luego está eso de la fuerza… ¿La fuerza del gobernante o la fuerza del pueblo? La fuerza del pueblo, eso de “fuerza popular” suena a populismo izquierdista. Lo otro, lo de una persona fuerte al mando, eso suena a… personalismo derechista.
¿Populismo o personalismo? ¿será uno más favorable y otro perjudicial para la democracia americana? ¿Cuál?
Esto, que parece teórico, resulta ser muy práctico para el futuro de la democracia en los Estados Unidos y el mundo entero. En la guerra de Ucrania se juega la suerte de la democracia occidental.
En Hungría tenemos un mandatario pro moscovita, En Francia la candidata Marie Le Pen, también pro moscovita, tiene una gran posibilidad de ganar en la segunda vuelta electoral este 24 de abril.
En Estados Unidos se necesitan ¾ partes del senado para engrosar las filas de la OTAN ante el anticipado pedido de admisión de Suecia y Finlandia… y no es nada seguro que lo apruebe un senado de mayoría republicana tras las elecciones de noviembre… Y luego, por supuesto, se viene la elección del 2024, donde el país tendrá que elegir entre aceptar o rechazar el moscovismo de uno de los candidatos.
No quiero implicar que ese “moscovismo” sea malo o bueno, pero hay que abrir los ojos para ver lo que está en juego.