Por Manuel Ramos
MSFS, CHFC®, AEP®, LUTCF, CFS, CES, CIS
La economía sigue avanzando en medio de la inflación, ha aumentado el coste de vida, los alimentos, el vestido, todo va al alza y los mercados están turbulentos. Y en medio de la turbulencia, el Estado y la Reserva Federal se ponen de acuerdo para imprimir más dinero y el resultado es esta inflación que estamos viviendo.
Hasta hoy, hemos alcanzado récord de cifras inflacionarias en décadas; es casi seguro que se superará el tope de deuda para los Estados Unidos y, además, llegamos al colmo de la hipocresía del gobierno.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen y los ingenieros de la Teoría Monetaria Moderna, están responsabilizando a la población estadounidense de la actual inflación y los problemas de la cadena de suministro. Pero esta postura hipócrita se derrumba cuando sabemos que los ciclos de la inflación y la deflación se han manipulado históricamente.
La impresión masiva de dinero tiene un efecto sobre el sistema de precios y cuando hay un aumento de 40, 50% de la oferta de dinero impreso como ha sucedido desde hace ya casi dos años, esto se convierte en el mayor fraude y la destrucción de los ciudadanos de a pie.
En su Teoría general del empleo, el interés y el dinero, John Maynard Keynes propuso en los años 30´s un modelo económico para sacar a la economía de la crisis deflacionaria, que es la caída generalizada de precios. Este modelo se basa en el intervencionismo del Estado como la mejor herramienta para salir de una crisis y esto es, aumentar el gasto público para estimular la demanda agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo. Este tipo de políticas fiscales, esta colusión, como lo llamo, se convierte en el gran fraude de la Humanidad.
Hace seis meses, Janet Yellen, y otros ingenieros de la política monetaria y fiscal, en su discurso hablaban de deflación más que de inflación, y sabemos que la oferta monetaria, lo que han hecho a través de todas las crisis, es la causa de la inflación en que estamos inmersos. Esto es la cumbre de la hipocresía culpándonos por comprar cosas con el dinero que han impreso.
Este tipo de políticas ha provocado que millones de personas dejen de ser productivas o bien, ya no quieran trabajar más. Y el aumento de precios, al final, lo pagamos todos, porque la inflación es un impuesto escondido: es el impuesto inflacionario.