Por Manuel Ramos
MSFS, AEP®, CHFC®, LUTCF, CFS, CES, CIS
Los bancos centrales se enfrentan a un agudo dilema que no han abordado en muchísimo tiempo:
Elegir entre la estabilidad de precios, o sea, ajustar la inflación, o ajustar la política monetaria para evitar que la inflación se vaya descontrolando más de lo que ya está y entre en una mayor inestabilidad financiera.
Esto previene que los mercados financieros obviamente se paralicen, sin embargo, la política de la Reserva Federal de Estados Unidos está comprometida en aumentar las tasas de interés hasta que la inflación se acerque más al objetivo del Banco del 2%. Pero eso podría significar la posibilidad de casi impensable de empujar al sistema financiero a un mayor problema a nivel de pánico que nos recuerda a la Crisis Financiera mundial de 2008 y la pandemia del COVID 19.
Históricamente, la Reserva Federal ha dado prioridad en acudir al rescate de los mercados financieros. La pregunta es, ¿por qué? Porque después de todo, el Banco Central de Estados Unidos se formó a principios del siglo 20 con el objetivo de reducir la amenaza de corridas bancarias. Así es, el mandato de estabilidad de precios de la FED, aunque implícito a lo largo de la historia del banco. No se convirtió en ley explícitamente hasta 1977. La pregunta es sí podría la Reserva Federal priorizar la inflación sobre la estabilidad del mercado.
Los rendimientos de la Tesorería de Inglaterra y en el mundo, el día de ayer retrocedieron ligeramente, en especial la nota del tesoro a diez años, que es la más empleada para adjudicar las tasas de intereses al consumidor, tarjetas de crédito, préstamos de estudiante, automóviles, es decir, todos los préstamos al consumidor.
La tesis general es que cada vez que la economía de Estados Unidos tiene problemas o el sistema financiero está estresado, como en este momento, la FED puede imprimir dinero y resolver el problema.
Creo que deberían hacerlo en lugar de presionar más al mercado con los incrementos a las tasas de interés, la nota hipotecaria de 30 años ya se acerca a 7%. Si la FED puede imprimir dinero y resolver el problema, no tendríamos que preocuparnos por nada. Pero es todo lo contrario. Al final, la inflación a través del tiempo no sólo le quita el poder adquisitivo al consumidor, al dinero, destruye la economía, a largo plazo es imposible comprar o rentar una casa, comprar alimentos, medicinas, pagar servicios, etc.
La estabilidad a largo plazo es lo que busca la FED con una política monetaria restrictiva, pues por más de dos décadas fue muy laxa, con una impresión monetaria excesiva. Pero es difícil saber que es lo que piensan en la FED, mi impresión es que ciertamente no quieren un colapso del mercado global. Definitivamente no quieren que eso ocurra, pero sí están induciendo a una recesión.
Por eso, los funcionarios de la FED están comprometidos a reducir la inflación que ellos mismos crearon y siguen reiterando que no adoptarán una política monetaria más flexible debido a la inestabilidad de los mercados y el diagrama de puntos reciente, que muestra aumentos continuos de las tasas hasta el año 2023.
Las predicciones y asunciones que toman los economistas al cierre de este trimestre, durante el año 2023 veremos una inflación en contracción, a la baja, cerrando en 2.7%. Pero el mercado financiero también se va a disparar de una manera tan vertiginosa, que esta contracción que tuvimos ya de 33% en el sector de alta tecnología, 23% del S&P500, 22% en el Dow Jones, son porcentajes pequeños comparados al disparo que va a tener el mercado.
Les doy el consenso porque los trillones de dólares están circulando en la economía, no pueden desaparecer. Están circulando en la economía, solamente se puede controlar su flujo, pero una vez que se destape de nuevo, esto va a regresar y obviamente, al Gobierno le conviene inflación porque es un impuesto escondido cuando alguien compra barato y vende caro.