¿Planeando la universidad?, Conozca el plan de ahorro universitario 529

Por Manuel Ramos
MSFS, AEP, CHFC, LUTCF, CFS, CES, CIS
Economista, Analista y Gestor de Inversiones

Planear la universidad es una de las decisiones de vida más importantes de todo joven y sus padres. Ante la constante inflación a través del tiempo, es necesario hacer una revisión cuidadosa de las diferentes opciones de financiamiento que existen para que, jóvenes y padres, estudiantes y tutores concreten exitosamente tan remarcable proyecto de vida.

Para destacar la solidez de las opciones existentes es necesario hacer un poco de historia y ponernos en contexto. Tomando como base la era de los años 80’s, la tasa inflacionaria en relación con el costo de la matrícula universitaria ha crecido año con año entre dos y tres veces. Durante el mismo período, los préstamos estudiantiles garantizados para el financiamiento de la educación universitaria han desplazado a las becas federales y estatales. Hoy día, casi el 60% de toda la “ayuda financiera” federal se da en forma de préstamos, lo que aumenta la cantidad de universitarios graduados con una enorme deuda antes de ingresar al campo laboral.

Preocupados por la creciente presión financiera sobre los jóvenes profesionales, se han desarrollado programas gubernamentales para ayudar a las familias y estudiantes en su ahorro para financiar la educación superior. Estados como Florida, Michigan, Ohio y Wyoming iniciaron con los primeros planes para la educación a finales de la década de los 80’s. Desde entonces, millones de familias han ahorrado cientos de miles de dólares en lo que comúnmente se conoce como los Planes 529 del Código Fiscal Federal (26 U.S. Code § 529).

Aunque los estados de la Unión crearon los Planes 529 hace más de tres décadas, el movimiento cobró impulso con la victoria en la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito en 1994 de Michigan al recibir la exención fiscal a su fideicomiso de educación estatal conocido como Prepaid Tuition Plan. En 1996 el senador Bob Graham de Florida y el senador Mitch McConnell de Kentucky lideraron un esfuerzo bipartidista para proporcionar deducciones fiscales federales para todos los planes, lo que resultó en la creación de Sección 529 del Código de Rentas Internas (IRC). De 1996 a 2000 treinta estados desarrollaron y lanzaron un plan de la Sección 529, aumentando drásticamente las oportunidades para que las familias pudieran iniciar el ahorro para la educación universitaria.

En la actualidad, cuarenta y nueve estados y el Distrito de Columbia ofrecen Planes 529 a sus residentes. Los estados y las empresas de servicios financieros han logrado motivar a los padres para que inviertan en la futura educación de sus hijos. El sueño americano de una excelente educación se está haciendo realidad en la vida de millones de jóvenes estadounidenses gracias al esfuerzo conjunto de los estados, del sector financiero y de los padres de familia, responsables por la educación universitaria de sus hijos.

La practicidad del Plan 529

Los beneficios del Plan 529 no se limitan al estado donde reside el beneficiario, este fondo de ahorro puede ser usado para cubrir los gastos universitarios en cualquier parte de los Estados Unidos. Por ejemplo, puede ser tan flexible como si el beneficiario residiera en Arizona y se genera una inversión para él en un Plan 529 del estado de Iowa y, al final, el estudiante toma sus estudios en California. Al menos la gran mayoría de los estados cuenta con un plan de ahorro de este tipo. Dependiendo del estado, las opciones de inversión con que se cuenta son distintas. Por eso es muy importante contemplar todas las posibilidades. Esto porque también puede haber beneficios tributarios inmejorables, como diferir impuestos por algún periodo de inversión determinado, o cuotas más accesibles que con la ayuda de un asesor usted puede optimizar al máximo.

Hay diferencias sutiles entre el plan de ahorro universitario y la matrícula universitaria prepagada, que son las categorías en que se divide este instrumento financiero para la educación superior.  Los planes de ahorro 529 están sujetos a la tolerancia de riesgo en la inversión que se realice, y el valor de la cuenta crece o decrece con base en dicha tolerancia. Mientras tanto, en los planes de matrícula prepagada puede cubrirse parcial o totalmente el costo de una universidad estatal, así como programas de educación privada. Una variación más es la del plan de ahorro 529 para la educación privada, que puede ser como plan prepagado. En este tipo de programa se encuentran suscritas más de doscientas universidades privadas.

Dichas variantes coinciden en que las contribuciones que se realizan a estos fondos no se deducen de sus impuestos sobre la renta. Sin embargo, el capital y las utilidades de la inversión no son gravadas con impuestos, siempre y cuando los gastos sean destinados para su propósito original, que es la educación universitaria. Entre los gastos que aplican se encuentran colegiaturas, material bibliográfico, equipo de cómputo y, ocasionalmente, alojamiento y comida. Por otra parte, algunos estados ofrecen exenciones fiscales muy atractivas, alrededor de treinta estados tienen estas facilidades, lo cual ha sido motivo del aumento en el ahorro con este tipo de planes.

Ante la variabilidad de los planes por estado y las necesidades de cada caso en particular, es muy importante evaluar todas las oportunidades disponibles. La contratación puede realizarla con un gerente de Planes de ahorro 529, o bien, con un experto asesor financiero de PSP Financial Group, donde tendrá la más adecuada orientación en la planeación de la educación universitaria de sus hijos, y ¿por qué no?, ¡la de usted mismo!

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