ACCIÓN AFIRMATIVA

Por Guillermo Descalzi

Escritor, Periodista y Antropólogo

La mayoría conservadora de la Corte Suprema dice que la Constitución prohíbe cualquier forma de distinción racial, y anuló así la llamada Acción Afirmativa que daba cabida a las minorías en la educación superior. Los jueces anularon décadas de precedentes que defendían la admisión basada en la raza como coherentes con la cláusula de igualdad de protección de la 14ava. Enmienda, e ignoraron la realidad de la América moderna donde perduran los prejuicios y el racismo y, sobre todo, la herencia de siglos de racismo.

La jueza Sonia Sotomayor escribió en su voto en contra, que la decisión consolida “hacer caso omiso de la raza como principio constitucional en una sociedad endémicamente segregada”. El resultado de la decisión significa el fin de un sistema que proporcionó décadas de oportunidad a cientos de miles de estudiantes que de otro modo habrían sido rechazados en las universidades más importantes del país. 

Los efectos se dejarán sentir, y pronto. En los estados que ya han prohibido la Acción Afirmativa en la enseñanza superior, como California, donde en 1976, acción refrendada por la Corte Suprema del país en 1978 en una opinión escrita por el juez Lewis Powell. La Acción Afirmativa en el acta de derechos civiles de 1964 amplió a la educación superior el alcance de la decisión de Brown Vs. Board of Education of Topeka, Kansas, que ordeno el fin de la segregación racial en las escuelas. 

Del extrañamiento al olvido

Por segunda vez en poco más de un año, la Corte Suprema echa por tierra precedentes de larga data que pretendían ampliar los derechos y libertades reales a estadounidenses, especialmente negros e hispanos, que han sufrido bajo un sistema legal que los trataba como gente de segunda clase. El año pasado fueron las mujeres a las que se les negó el derecho constitucional a abortar. Este año son principalmente los estudiantes negros y latinos que quieren la oportunidad de una educación universitaria.

Sólo ha cambiado una cosa: la composición del Tribunal. Con su super-mayoría ahora firmemente al mando, los jueces ultraconservadores designados por republicanos, la Corte ha tenido rienda suelta para poner patas arriba asuntos sociales en la legislación estadounidense, fingiendo que la desigualdad racial ya no existe, lo que la jueza Ketanji Brown Jackson llamo un “olvido del papel de la raza en la vida diaria”. Yo no diría olvido, diría más bien “ceguera”

La sentencia del jueves redactada por el jefe del tribunal, John Roberts, plantea una idea sencilla y simplista según la cual: “No hay ninguna diferencia real por los siglos de discriminación racial contra los negros y mexicanos”, y considera que los esfuerzos por ayudarlos son racistas. El presidente de la Corte Suprema se ha pegado a esta visión de la raza. Escribió en un caso de 2007: “La forma de acabar con la discriminación por motivos de raza es dejar de discriminar por motivos de raza”. Esa visión ignora el papel de la 14ª Enmienda, ratificada tras la Guerra Civil para permitir una legislación que tuviera en cuenta la raza, como señaló la jueza Sotomayor. 

El mismo Congreso que aprobó la enmienda 14 promulgó varias leyes de este tipo, incluida la del Freedmen’s Bureau, que ayudó a los exesclavos a conseguir vivienda, comida, trabajo y educación. Lyndon Johnson dijo en un discurso pronunciado en 1965 que “No se coge a una persona que ha estado encadenada durante años y se le dice: ‘Eres libre, ya eres igual a los demás”. El tribunal ha abierto la puerta a preguntas como por qué ciertos tipos de diversidad son más importantes que otros, la religiosa y la política, por ejemplo. La diversidad -ya sea en universidades, en las empresas o en el gobierno y la sociedad en general- sigue siendo un objetivo vital para cualquier institución, y ahora será más difícil de alcanzar. 

De hecho, ayer se añadió el derecho a discriminar contra la orientación sexual basada en las creencias religiosas de los dueños de empresas. Ahora: a diferencia del derecho al aborto, la mayoría de los estadounidenses se oponen a los programas de admisión basados en la raza para las universidades, según las encuestas. Es bonito imaginar un Estados Unidos donde todas las personas reciban el mismo trato, independientemente del color de su piel, pero esa no es la nación en la que vivimos. La Acción Afirmativa ha sido insuficiente para equilibrar la disparidad económica, que es una barrera para millones de todos los colores.

What's your reaction?
Happy0
Lol0
Wow0
Wtf0
Sad0
Angry0
Rip0

Deja un comentario

Discover more from Todo en Finanzas

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading

×

Powered by WhatsApp Chat

× ¡Contactanos!