Crisis de jubilación – Incertidumbre Americana

Por Manuel Ramos
MSFS, CHFC®, AEP®, LUTCF, CFS, CES, CIS

¿Cuál es la causa de la crisis de jubilaciones en Estados Unidos?

La mayoría de los individuos no estamos preparados para vivir una excelente jubilación o mejorar nuestra calidad de vida durante los años dorados. La clase media trabajadora estadounidense, de por sí, amenazada bajo la hiperinflación actual, es la que se encuentra en peor situación, (véase Todo en Finanzas No. 3: Hiperinflación, destrucción de la clase media).

Para muchos, su futuro financiero está en manos de los políticos en Washington. Los conservadores visualizan una penumbra económica y critican las propuestas progresistas para expandir y/o aumentar la Seguridad Social. La realidad es que existe una tremenda incertidumbre acechando la vida de más de 70 millones de individuos para seguir recibiendo beneficios de seguridad social al 100% en el futuro.

Preámbulo y Análisis

Como parte del New Deal de Franklin D. Roosevelt, el Congreso instituyó en agosto 14 de 1935, la Ley de Seguridad Social y el Seguro por Desempleo. Tenía como objetivo proporcionar pagos a futuros jubilados, viudas y sus dependientes. Para brindar mayor protección a los trabajadores, la enmienda del Seguro Social de 1965, estableció los dos programas de atención médica vigentes: Medicare y Medicaid.

Desde el inicio, el financiamiento de ambos programas se hizo vía impuestos de nómina y los beneficios redujeron drásticamente los niveles de pobreza entre los adultos mayores, por varias décadas.

Pero a la fecha, el gasto en seguridad social se ha convertido en dos terceras partes del presupuesto federal y seguirá incrementándose conforme a las expectativas de vida, efectos inflacionarios y un creciente número de trabajadores llegando a la edad de jubilación (Figura 1).

Si basamos las actuales tendencias y actitudes sobre cómo las nuevas generaciones están ahorrando para la jubilación en nivel de ingresos, educación, estado civil, raza, etc., encontramos que son cada vez más desiguales. También, la divergencia de ingresos entre hombres y mujeres se ha disparado, y esto provoca inequidad en la distribución de recursos al llegar a la jubilación.

Actualmente, tan sólo la administración del Seguro Social cuenta con una deuda no financiada en exceso a USD$21.5 trillones. Este sobreendeudamiento agrega mayor incertidumbre al cumplimiento de la promesa que por derecho deben recibir los trabajadores, aun, cuando han pagado impuestos de seguridad social incluyendo su     protección médica.

Figura 1. Cuotas de incremento de gasto proyectadas, 2019-2030.

Fuente: CBO, heritage.org

La economía del COVID-19 acentúa la crisis de jubilaciones

La crisis sanitaria y económica provocada por el COVID-19 a nivel mundial, causó una disrupción de la cadena de suministros, y esta a su vez, un fuerte golpe a la oferta. Sin duda, esta guerra de bioseguridad tendrá enormes consecuencias presupuestarias para financiar los programas de bienestar social, incluyendo el sistema de jubilaciones.

Debido a la fuerte caída de ingresos y una menor recaudación de impuestos de nómina, los gobiernos tendrán que compensar las pérdidas con mayores impuestos, aumentar la edad para la jubilación, reducir beneficios y hasta incrementar su nivel de endeudamiento. 

¿Quiénes están consumiendo las arcas de la seguridad social?

Todavía quedan remanentes de la Generación Silenciosa (nacidos entre 1928 y 1945), la cual precede a los babyboomers (1946 – 1964), quienes desde 2008, a razón de 10,000 individuos diariamente comenzaron a jubilarse a temprana edad (62 años). Esta cifra nos daría un promedio de 43, 800,000 nuevos beneficiarios a la fecha.

Las preguntas por hacernos son: ¿Qué clase de vida viven los jubilados? ¿Podrían mejorar su situación económica? ¿Estamos preparados para financiar nuestra jubilación? O, seremos parte de las estadísticas de esta crisis americana.

Cómo mejorar su actual posición financiera

Al aumentar la expectativa de vida, muchos trabajadores podrían vivir por encima de los 90 años. Esto adiciona años de jubilación y financiarlos requiere mayor ahorro con antelación.

Un reciente estudio de Northwestern Mutual mostró que un 45% de los encuestados puede sobrevivir con sus ahorros. Sin embargo, un 41% no mostró interés en tomar medidas para ahorrar más. Usted puede mejorar sus perspectivas de jubilación al aumentar las contribuciones a sus actuales fondos de retiro. Por ejemplo, ahorrar por lo menos un 15% de sus ingresos, ajustar su cartera de activos y retrasar los beneficios de jubilación de Seguro Social.

Oportunidades

Desafortunadamente, muchos carecen de ahorros para jubilarse. Según el estudio de Northwestern Mutual, casi 1 de cada 5 (17%) de los babyboomers tienen menos de $5,000 en ahorros para la jubilación y sólo el 20% cuenta con menos de $5,000 en ahorros personales.

A la Generación X le queda más tiempo para ahorrar, sin embargo, el 21% también tiene menos de $5,000 en fondos para la jubilación y el 22% posee menos de $5,000 en ahorros personales.

En 2018, The Retirement in America: Out of Reach for Most Americans, informó que 49% de los trabajadores del sector privado no tenían acceso a planes de jubilación. Si su empleador patrocina un 401(k), 403 (b), 457, 401k Roth, Simple IRA’s, SEP IRA’s, etc., tome ventaja de algunos de estos planes y contribuya sistemáticamente, y si este iguala una porción de las contribuciones, mucho mejor.

Si el empleador no ofrece un plan de pensión empresarial, inicie su propia cuenta de jubilación individual IRA o Roth IRA. Las contribuciones dependen de la edad, hasta los 50 años la contribución es de $6,000 (2021) y para aquellos que están por encima de 50, la contribución es de $7,000 (2021).

Cómo construir una cartera de inversiones para la jubilación

Los pasos iniciales para estructurar un plan financiero se conocen como procesos de acumulación. Cuando se cumple el objetivo y se empiezan a consumir los fondos se le llama des-acumulación, o distribución.

Acumulación: Los modelos de inversión pueden ajustarse conforme a las condiciones del mercado y a las propias necesidades. Durante esta etapa acumulativa, un modelo de activos que incluya 60% en acciones y 40% en bonos podría generar la rentabilidad esperada durante largos periodos de tiempo.

Dicha asignación estratégica de activos debe incluir los sectores cíclicos, sensitivos y defensivos de una economía (fondo básico-core fund). El porcentaje en acciones y bonos puede ajustarse conforme al ciclo de vida del inversor: a mayor edad, debe reducir el porcentaje de acciones e invertir más en bonos. Por ejemplo: si la edad es de 60, el modelo debería contener 60% en bonos y 40% en acciones.

Al llegar a la jubilación, los fondos acumulados deberán ser invertidos en activos que generen flujos de efectivo para su distribución. Veamos un ejemplo:      

Supuesto para distribución o flujos de efectivo

Edad de jubilación: 65. Fondos acumulados: $500,000. Modelo de inversión: 60% bonos, 40% acciones. Tasa de rentabilidad en efectivo esperada anual: 8.5%. Distribución o Flujos de efectivo anual: $42,500.

Conclusión

Asegurar los ingresos durante la jubilación es responsabilidad personal y no del estado. Nadie quiere convertirse en una carga económica para los hijos, familiares, o el estado mismo. Sin duda, la independencia financiera es clave para disfrutar esta etapa de la vida.

Es posible financiar el retiro tomando ventaja de los diferentes mecanismos fiscales y de inversión para acumular valores.

Entender cómo funciona el sistema financiero, y sobre todo poseer una perspectiva de inversión a largo plazo requiere educación financiera.

Cada uno es el arquitecto de su propio destino, como dijo el poeta nayarita-mexicano Amado Nervo: “…artifex vitae, artifex sui”…

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